Chaves anuncia megacárcel inspirada en el CECOT de El Salvador para enfrentar el crimen organizado. Obra costará $35 millones y durará 195 días.
San Rafael de Alajuela, Costa Rica. En una visita oficial este viernes 2 de mayo al Centro Penitenciario La Reforma, el presidente Rodrigo Chaves Robles presentó uno de los proyectos más ambiciosos en materia de seguridad y control carcelario en la historia reciente del país: la construcción de una megacárcel inspirada en el modelo del Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) de El Salvador.
Acompañado del ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, y otros miembros del Ejecutivo, el mandatario afirmó que esta obra forma parte de una estrategia nacional para enfrentar con mayor contundencia al crimen organizado.
Desde tempranas horas de la mañana, el presidente y su equipo recorrieron las instalaciones del centro penitenciario La Reforma, en Alajuela. Chaves insistió en la necesidad de verificar personalmente las condiciones del sistema carcelario y advirtió que esta sería la única visita anunciada. A futuro, realizará inspecciones sorpresa en distintos penales.
El objetivo, según explicó, es garantizar que las medidas de seguridad se cumplan de forma estricta y evitar irregularidades dentro de los centros.
El anuncio central de la jornada fue la construcción de una nueva megacárcel que, según palabras del presidente, seguirá el modelo implementado en El Salvador bajo la gestión de Nayib Bukele.
La prisión costarricense tendrá un enfoque de alta disciplina, con un entorno diseñado para ejercer mayor control sobre internos vinculados al crimen organizado. Se estima que la obra costará $35 millones y que se construirá en 195 días desde la colocación de la primera piedra.
El ministro Campos informó que el diseño de la cárcel ya está avanzado y que se trabaja actualmente en definir el modelo de financiamiento. Destacó que las recomendaciones del gobierno salvadoreño han permitido reducir los costos del proyecto.
Bukele visitó Costa Rica el año pasado y recorrió varios centros penales. Desde entonces, se mantuvo una colaboración activa entre ambos gobiernos, lo que ha resultado en el desarrollo del plan costarricense.
El anuncio llega en un contexto de tensión creciente en los centros penitenciarios del país, con protestas de familiares de privados de libertad que exigen mejores condiciones de reclusión. La propuesta ha generado opiniones encontradas: mientras algunos sectores celebran el plan como una respuesta firme al crimen organizado, otros alertan sobre posibles vulneraciones a los derechos humanos.
El presidente Chaves hizo hincapié en la urgencia de implementar medidas eficaces ante el avance del crimen en Costa Rica. “Esto no es un lujo, es una necesidad”, afirmó el mandatario, destacando que el proyecto busca frenar la escalada de violencia y garantizar mayor seguridad para todos los costarricenses.
El gobierno espera que, una vez en funcionamiento, la megacárcel marque un antes y un después en el manejo del sistema penitenciario nacional.