Claire Austin murió tras atravesar un ventanal. Vecinos creen que huía de su pareja. Pese a antecedentes, el sospechoso está libre por falta de pruebas.
Sidney, Australia. La muerte de Claire Austin, una mujer de 38 años, ha desatado una ola de indignación internacional al revelar una posible negligencia en la atención de un caso de violencia doméstica. La mujer murió luego de atravesar un ventanal en lo que se presume fue un intento desesperado por escapar de una agresión física.
El hecho ocurrió el pasado 12 de abril, alrededor de las 7:30 a.m., en un complejo de apartamentos en la ciudad de Sidney. Testigos relatan haber escuchado gritos provenientes del hogar que compartía Claire con su pareja, Lee Loughlin. Minutos después, se escuchó un estruendo: Claire había atravesado un ventanal de vidrio y sufrido cortes profundos, uno de los cuales le seccionó una arteria del brazo.
Fue trasladada con vida a un hospital, pero murió tres días después debido a la gravedad de las heridas.
De acuerdo con fuentes locales, Claire ya había iniciado un proceso para obtener una orden de alejamiento por violencia doméstica, cuya audiencia estaba programada. Sin embargo, las medidas de protección no llegaron a tiempo.
La policía interrogó a Loughlin, pero lo dejó en libertad alegando que “no existen pruebas suficientes que lo vinculen directamente a la muerte”. Esto ha generado fuertes críticas de organizaciones de derechos humanos y vecinos del sector, quienes aseguran que la violencia en esa vivienda era constante.
Este hecho ha encendido alarmas en otros países, incluyendo Costa Rica, donde casos similares han dejado víctimas pese a denuncias previas. Se cuestiona si los sistemas judiciales están realmente equipados para prevenir tragedias cuando las señales de abuso ya están presentes.
Claire Austin se suma tristemente a la lista de mujeres que murieron sin haber recibido protección oportuna, a pesar de haber pedido ayuda.