Ivanka Trump compartió una emotiva reflexión sobre sus vacaciones en Costa Rica, donde celebró el Pésaj en conexión con la naturaleza y su familia.
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Playa Hermosa, Puntarenas – Ivanka Trump, hija del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, culminó recientemente unas vacaciones familiares en Costa Rica, donde no solo disfrutó de aventuras en la naturaleza, sino que también compartió una profunda reflexión espiritual.
La empresaria de 43 años llegó al país el pasado 11 de abril, según datos de la Dirección General de Migración y Extranjería, y permaneció durante la Semana Santa, coincidiendo con la celebración judía de Pésaj.
En una publicación en redes sociales, Ivanka describió su experiencia como un “regalo indescriptible”, destacando momentos de conexión con sus hijos, la naturaleza y su fe.
“Surfeamos bajo cielos dorados, cruzamos el dosel de la selva en tirolesa, nos lanzamos a cascadas frescas, leímos hasta que el sol se ocultó...”, escribió.
Reconexión y espiritualidad
En sus palabras, también expresó el valor de desconectarse del mundo digital para reconectarse con el presente y con lo verdaderamente importante.
“Sentir lo sagrado en el silencio, en la risa de mis hijos, en el aliento de los árboles… Les deseo la misma paz y presencia, estén donde estén. Pura vida. Shalom”, concluyó.
Surf y aventuras en Puntarenas
Jesús Zabala, dueño de la Take Off Surf School, confirmó que Ivanka recibió clases privadas de surf en Playa Hermosa de Cóbano, junto a familiares y amigos. La familia también participó en actividades como tirolesa y senderismo en la zona.
Esta no es la primera vez que Trump visita el país. Se le ha visto en al menos cuatro ocasiones en los últimos tres años, lo que evidencia su cercanía y aprecio por Costa Rica como destino vacacional.