El cambio climático favorece la propagación de hongos letales como el Aspergillus, según estudio de científicos británicos.
Un estudio advierte que los hongos infecciosos, como Aspergillus, se expandirán con el calentamiento global, amenazando la salud mundial.
Londres, Reino Unido. Científicos de la Universidad de Manchester advierten que los hongos infecciosos, responsables de millones de muertes al año, podrían extenderse significativamente a nuevas regiones debido al cambio climático. Uno de los más preocupantes es el género Aspergillus, capaz de causar enfermedades respiratorias mortales y altamente resistentes a los medicamentos.
El estudio, basado en simulaciones por computadora, revela que a medida que aumentan las temperaturas globales, especies como Aspergillus flavus y Aspergillus fumigatus colonizarán zonas donde antes no podían prosperar, como partes del norte de América, Europa, China y Rusia. Según las proyecciones, estas especies podrían expandirse hasta en un 77 % hacia finales de siglo si las emisiones de gases contaminantes continúan al ritmo actual.
Estos hongos crecen en el suelo y liberan esporas microscópicas que las personas inhalan diariamente. Aunque la mayoría de los individuos sanos no se ven afectados, quienes padecen enfermedades pulmonares o tienen el sistema inmunológico debilitado —como pacientes oncológicos o con trasplantes— corren un grave riesgo. En esos casos, el hongo puede invadir el cuerpo y causar una infección grave llamada aspergilosis, que tiene una tasa de mortalidad de entre el 20 % y el 40 %.
Además de su letalidad, el Aspergillus se ha vuelto cada vez más resistente a los tratamientos antifúngicos. Solo existen cuatro clases de medicamentos disponibles, y algunas especies como Aspergillus flavus ya muestran resistencia a varios de ellos. Esta especie también representa una amenaza para la seguridad alimentaria, al infectar cultivos básicos. La Organización Mundial de la Salud la incluyó en su lista crítica de patógenos en 2022.
Otro hallazgo relevante del estudio es que fenómenos extremos como sequías, olas de calor o inundaciones pueden facilitar la dispersión de esporas, como ocurrió tras el tornado de 2011 en Missouri, EE.UU. Además, el calentamiento global podría aumentar la tolerancia térmica de los hongos, permitiéndoles sobrevivir con mayor facilidad dentro del cuerpo humano.
Expertos externos como Elaine Bignell, del Centro de Micología Médica de la Universidad de Exeter, afirman que aún falta mucha información sobre la distribución ambiental de estos hongos y sobre los grupos más vulnerables. Justin Remais, de la Universidad de California en Berkeley, destacó que los casos de aspergilosis están creciendo un 5 % anual en Estados Unidos y que la ciencia apenas empieza a comprender la magnitud del problema.
A diferencia de bacterias o virus, las infecciones fúngicas han recibido poca atención a nivel mundial. Sin embargo, con millones de muertes anuales y la amenaza creciente del cambio climático, los investigadores coinciden en que se necesita con urgencia una mejor preparación para enfrentar esta silenciosa crisis de salud pública.
COMMENTS