La Fiscalía revela sangre en tubería, ropa manchada y restos humanos que apuntan a un doble homicidio en el caso de Rashab y Nelson.
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Alajuela, Costa Rica. Lo que inicialmente fue reportado como una desaparición sin rastro comienza a perfilarse como un crimen doble y meticulosamente planeado. La Fiscalía presentó este martes un conjunto de pruebas clave en el caso de Rashab García, modelo desaparecida, y su amigo Nelson Pavón, visto por última vez con ella el pasado 25 de abril en Orotina.
Durante una audiencia de medidas cautelares realizada en los Tribunales de Alajuela, el Ministerio Público solicitó un año de prisión preventiva contra tres hombres identificados como Busto (pareja de Rashab), Brenes y Montenegro. Según la Fiscalía, los dos últimos fueron detenidos en condiciones altamente sospechosas: uno manejaba el vehículo de la víctima, mientras el otro realizaba labores de limpieza en la posible escena del crimen.
A pesar de los intentos de la defensa por desestimar la contundencia de los indicios, el fiscal Abraham Salgado, representante del Ministerio Público en Atenas, expuso una serie de hallazgos que refuerzan la hipótesis de homicidio agravado y encubrimiento.
“Se hallaron importantes rastros de sangre en la vivienda donde vivía la pareja. Estaban en piezas del cielorraso, en el piso de varios aposentos y en una tina de baño cuya tubería también tenía presencia de sangre humana. Además, se encontró una camiseta negra y una pantaloneta manchadas, entre otros indicios”, detalló Salgado.
La escena se vuelve aún más perturbadora con un hallazgo adicional. A tan solo tres kilómetros de la vivienda, en una propiedad también vinculada con el entorno del principal sospechoso, se encontraron restos óseos humanos. Estos ya fueron enviados al Complejo de Ciencias Forenses para su análisis y eventual identificación. En el lugar también se ubicaron un colchón incinerado y más prendas con rastros de sangre.
La hipótesis del Ministerio Público apunta a un crimen planificado. En la vivienda original se habrían removido pisos, limpiado zonas estratégicas y hasta eliminado mobiliario como la bañera, en un intento por borrar toda evidencia. Sin embargo, los peritos forenses lograron recuperar rastros biológicos imperceptibles a simple vista gracias al uso de tecnología especializada.
La audiencia judicial continúa con la presentación formal de las pruebas, mientras la defensa se alista para ofrecer sus alegatos. Entretanto, las familias de Rashab y Nelson aguardan con angustia una resolución clara que les permita conocer la verdad y obtener justicia.
Este caso ha captado la atención nacional, no solo por la gravedad de los hallazgos, sino también por el perfil público de las víctimas. La expectativa es alta, y cada nueva evidencia refuerza la sospecha de que se trata de un doble asesinato cuidadosamente ejecutado.