Leonor de Borbón inicia su travesía de cinco meses en el buque escuela Juan Sebastián Elcano como parte de su formación militar en la Armada.
Cádiz, España. La Princesa Leonor ha zarpado este sábado desde el puerto de Cádiz a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano, embarcándose en una travesía de cinco meses como parte de su formación castrense en la Armada Española. El histórico momento marca un nuevo hito en la preparación de la heredera al trono como futura jefa del Estado y de las Fuerzas Armadas.
A las 11:00 en punto, el Elcano soltó amarras entre vítores, 21 salvas de cañón y siete “¡Viva España!” coreados por decenas de ciudadanos que desde temprano se apostaron en el muelle. Antes del embarque, Leonor y los otros 75 guardiamarinas participaron en una ceremonia religiosa en la iglesia de Santo Domingo, donde recogieron la imagen de la Virgen del Rosario ―La Galeona― y la llevaron en procesión hasta el buque.
En el acto de despedida estuvieron presentes los Reyes, Felipe VI y Letizia Ortiz, el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, y diversas autoridades civiles y militares, incluidos la ministra de Defensa, Margarita Robles, y el Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, Antonio Piñeiro. La despedida, especialmente emotiva, tuvo lugar dentro del buque para preservar la intimidad de la familia real. La Reina no pudo contener las lágrimas al ver partir a su hija, y el Rey, móvil en mano, capturó el instante.
El viaje de instrucción del Elcano, en su 97.º crucero, incluirá escalas en Tenerife, Las Palmas, Salvador de Bahía, Montevideo, Punta Arenas, Valparaíso, Callao, Panamá, Cartagena de Indias, Santo Domingo y Nueva York. La Armada ha recalcado que Leonor será “una más” entre los cadetes, aunque cada parada tendrá también un componente diplomático que será coordinado por Exteriores y la Casa Real.
Durante los próximos meses, los guardiamarinas realizarán todo tipo de tareas náuticas, desde guardias hasta maniobras tradicionales de navegación, pasando por clases teóricas de historia naval y astronomía. De hecho, Leonor ya fue vista practicando el ascenso por los palos del barco, una de las maniobras más exigentes del curso.
Los testimonios de sus compañeros reflejan una integración natural: “Es una más. Me pareció simpática y muy normal”, comentó uno de los guardiamarinas, haciendo alusión a los meses previos de formación compartidos en la Escuela Naval de Marín.
El Elcano zarpó escoltado por decenas de embarcaciones civiles engalanadas con banderas españolas. El patrullero Vigía, donde embarcaron los Reyes, acompañó a la nave insignia durante su salida de la bahía, brindando a padre e hija un último encuentro en alta mar antes de separarse.
Para veteranos como Cipriano Arribas, testigo del embarque del rey emérito en 1978 y de Felipe VI en 1987, esta tradición representa una experiencia transformadora. “Sabe a lo que viene. Su padre le habrá dado mil consejos”, señaló el excontramaestre.
Así, Leonor de Borbón comienza una nueva etapa que no solo refuerza su preparación institucional, sino también su proyección internacional como futura Reina de España.