Kilmar Ábrego García fue deportado "por error" a El Salvador. A pesar de una orden judicial, la Casa Blanca insiste en que nunca volverá a EE.UU.
Washington D.C./San Salvador. La Casa Blanca reafirmó este miércoles su postura de no permitir el regreso de Kilmar Ábrego García, un salvadoreño deportado "por error" desde Maryland a la megacárcel del Centro de Contención del Terrorismo (Cecot) en El Salvador.
"Si [Ábrego García] regresa a Estados Unidos, será deportado de inmediato. Nunca vivirá en Estados Unidos", declaró la secretaria de prensa, Karoline Leavitt, en una conferencia en Washington. La funcionaria también reiteró que el hombre, de 29 años, está vinculado con la pandilla MS-13, aunque su abogado lo niega.
Una deportación en medio de la controversia
Ábrego García fue expulsado el 15 de marzo junto con otros salvadoreños y venezolanos, a pesar de que una orden judicial de 2019 le otorgaba protección contra la deportación. La jueza federal de Maryland, Paula Xinis, dictaminó que su expulsión violó una resolución previa y ordenó al gobierno de Donald Trump facilitar su retorno.
No obstante, la administración ha desafiado el fallo, argumentando que no hubo error en el proceso. Mientras tanto, la defensa de Ábrego García sostiene que el gobierno incumplió la ley y que la deportación fue un acto arbitrario.
Acusaciones de violencia doméstica
La Casa Blanca ha reforzado su postura alegando que Ábrego García es un "maltratador de mujeres", en referencia a una denuncia de violencia doméstica presentada en 2021 por su esposa, Jennifer Vásquez Sura, ciudadana estadounidense.
Sin embargo, Vásquez Sura aseguró a Newsweek que solicitó la orden de alejamiento "por precaución" y que la pareja resolvió la situación mediante terapia.
Tensión diplomática y falta de acceso al detenido
El senador demócrata Chris Van Hollen viajó a El Salvador en un intento de visitar a Ábrego García, pero las autoridades salvadoreñas le negaron el acceso. "Se trata de un hombre que no ha sido acusado ni condenado por ningún delito y que fue secuestrado ilegalmente de Estados Unidos", declaró el legislador en San Salvador.
Su desaire contrastó con la visita previa del congresista republicano Riley Moore, quien sí pudo ingresar al penal y publicó una imagen en redes sociales apoyando la política migratoria de Trump.
Mientras el caso sigue escalando, la Corte Suprema de EE.UU. ha reiterado que la administración debe cumplir con la orden judicial. Sin embargo, la Casa Blanca mantiene su negativa y no ha dado señales de que vaya a cambiar su postura.