IMN confirma que fuerte ráfaga descendente causó daños en Santa Ana, Costa Rica. No fue tornado, pero los vientos superaron 100 km/h.
Una
ráfaga descendente, no un tornado, fue la causa de los daños estructurales en
Pozos de Santa Ana, según confirmó el IMN.
San José,
Costa Rica – Una potente ráfaga descendente, generada por una tormenta eléctrica
de alto desarrollo vertical, fue la responsable de los intensos vientos que
causaron serios daños este lunes en Pozos de Santa Ana, según confirmó el
Instituto Meteorológico Nacional (IMN). A pesar del impacto visual del
fenómeno, que llevó a varios vecinos a pensar que se trataba de un tornado, las
autoridades meteorológicas aclararon que se trató de un evento diferente pero
igualmente destructivo.
El
fenómeno se presentó cerca de las 2:58 p.m. en zonas específicas de Santa Ana,
particularmente en las calles Quirós y Las Pajaritas, donde varias viviendas
resultaron destechadas y un vehículo sufrió daños considerables. Además, se
reportaron afectaciones al tendido eléctrico, generando cortes temporales de
luz en el sector. Afortunadamente, no se registraron personas heridas, aunque
sí se vivieron momentos de gran tensión entre los vecinos, quienes observaron
con asombro cómo los techos eran levantados por el viento.
De
acuerdo con el IMN, las ráfagas descendentes ocurren cuando el aire frío es
empujado violentamente hacia el suelo por una nube de tormenta. Al tocar la
superficie, esta corriente se dispersa horizontalmente con gran velocidad,
generando vientos que pueden superar los 100 kilómetros por hora. Aunque se
confunden con tornados por su potencia y el ruido que producen, su dinámica es
completamente distinta.
Durante
la tarde del lunes, se registraron ráfagas entre 40 y 50 km/h en distintas
partes del Valle Central, incluyendo Pavas y Santa Ana. Sin embargo, las
autoridades no descartan que en zonas muy localizadas, como ocurrió en Pozos,
la intensidad haya sido significativamente mayor debido a la presencia de
tormentas aisladas con fuerte actividad eléctrica.
El Cuerpo
de Bomberos y la Policía Municipal de Santa Ana respondieron rápidamente a los
llamados de emergencia. Se reportaron al menos cinco viviendas con daños en sus
techos, y los cuerpos de socorro se encargaron de brindar asistencia a las
familias afectadas y de asegurar las estructuras que quedaron expuestas al
viento y la lluvia.
El IMN
explicó que este tipo de fenómeno atmosférico es común durante la estación
lluviosa, especialmente en las tardes, cuando las condiciones de humedad,
temperatura y presión atmosférica se combinan para formar nubes de desarrollo
vertical capaces de generar tormentas eléctricas severas.
Debido a
la naturaleza repentina de estas ráfagas, el IMN y la Comisión Nacional de
Emergencias (CNE) instaron a la población a tomar medidas de precaución durante
los próximos días. Se prevé que eventos similares puedan repetirse, ya que el
país se encuentra en plena transición hacia la época de lluvias.
Las
recomendaciones emitidas incluyen revisar los techos de las viviendas, asegurar
estructuras metálicas expuestas, evitar permanecer al aire libre durante
tormentas eléctricas, y no buscar refugio bajo árboles o estructuras que puedan
colapsar con el viento. Ante cualquier incidente, las autoridades insisten en
llamar de inmediato al 9-1-1.
El
conocimiento sobre estos fenómenos meteorológicos, sumado a una adecuada
prevención, puede marcar la diferencia entre una emergencia controlada y una
tragedia. Las autoridades enfatizan que, aunque espectaculares e intensas, las
ráfagas descendentes no son nuevas para el país y su comportamiento es
predecible dentro del contexto climático de la región.
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